Este virus, con su material genético en perfectas condiciones, ha sido reactivado e introducido en una ameba por un grupo investigador de la Universidad de Marsella (Francia). Tal y como explicó a la prensa Chantal Abergel, coautora del estudio, el virus se multiplicó con éxito cientos de veces en 12 horas, matando a su huésped y dando lugar a una nueva generación de virus.
![]() |
Imagen al microscopio de la ameba infectada por
el virus JULIA BARTOLIA CHANTAL ABERGEL |
Se ha publicado que, según los investigadores, no supone un riesgo para las personas y animales, aunque para ser exactos lo que los científicos han dicho, atendiendo a las fuentes consultadas, ha sido sencilla y textualmente: "Bajo las condiciones en las que aislamos el virus, éste no es infeccioso". A lo cual han añadido que sí es probable que el ya bautizado como Pithovirus sibericum haya infectado en su día a los últimos neandertales que vivieron en la Tierra.
El hallazgo del Pithovirus sibericum tuvo lugar en el año 2000 en Chukotka (al noroeste de Rusia). Se encontraba entre unas capas heladas de la tundra siberiana conocidas como “permafrost”, a unos 30 metros de profundidad y totalmente alejado de la luz y del oxígeno.
Su longitud, comparable al tamaño de una bacteria pequeña -1,5 µ (micras)- le ha colocado a la cabeza de la lista de virus gigantes, compuesta por los Pandoravirus -los de mayor tamaño hasta ahora: 1µ de longitud y 0,5µ de diámetro-, los Mimivirus, y los recién incorporados Pithovirus.
El calentamiento global está haciendo posible que cada año se desentierren nuevos microorganismos, algunos desconocidos. Esperamos que este que ha sido hallado en Rusia nos ayude a progresar y a entender mejor el origen de la vida.
Más información sobre el estudio del Pithovirus sibericum en la revista Proocedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Podéis acceder directamente a él aquí.